Santos incrementó las medidas de seguridad en sus prácticas para controlar a sus hinchas.
La pasión con la que los aficionados de los Guerreros están viviendo la fase previa al vital Torneo Clausura 2007, en el que intentarán salvarse del descenso, es impresionante.
Según cuentan, el martes unos dos mil cábulas, seguidores del Santos, invadieron los campos de entrenamiento de su equipo, por lo que los jugadores tuvieron que salir por patas para esconderse en los vestidores.
Tras este hecho, la directiva del cuadro de La Comarca decidió incrementar las medidas de seguridad, mientras que el técnico Daniel Guzmán determinó que los entrenamientos fueran a puerta cerrada.
La preocupación en los altos mandos del Santos ha llegado a tal punto que para este jueves se tiene contemplado un partido con el Monterrey “B”, pero la directiva aún no decide si lo realiza o no en las instalaciones de Santa Rita, por temor de que la pasión continúe desbordándose.
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